Nombre falso, Ricardo Piglia

Creo que jamás será superado el feroz servilismo y la inexorable crueldad de los hombres de este siglo. Creo que a nosotros nos ha tocado la misión de asistir al crepúsculo de la piedad y que no nos queda otro remedio que escribir deshechos de furia para no salir a la calle a tirar bombas o instalar prostíbulos.

(extracto de una mininovela dedicada a Roberto Arlt)

Quedate en casa

American Football - Stay Home

don't leave home again
if empathy takes energy
cause everyone feels just like you

that's life - so social
that's life - so social
that's life - so social . . .

that's life - it's so social
so physical
so so-so
so emotional
so stay home

100 gr de Naranjitas

(Mientras escribo esto, suena Javier Barria en mi pc, el ruido del bingo a beneficio que hacen en la casa de atrás, lo que me recuerda lo agradable de vivir en una pobla. Hay una luna hermosa)

Un viernes sin caminar es un viernes perdido, así que bajo la excusa de que tenía que comprar cierto obsequio para cierto grupo personitas, me adentré en las venas de santiagocentro. A la primera cuadra de caminar me encontré con mis abuelos maternos que esperaban a mi primo que estudia en colegio cercano a la facultad. Mi abuela es genial, es imparable, me encanta que me converse y me converse y me converse sobre sus enfermedades, sobre el gobierno estúpido, sobre los libros que acostumbro prestarle, sobre sus manos que siempre le duelen. Mi abuelo, apoya pero no participa mucho.

(Solito el 7)

Al azar, conejeando y tratando de evitar esos lugares sagrados, camine por Tucapel Jimenez como en cámara lenta, absorviendo todos los pedacitos de universo que podía. Después llegue a San Martin con Huerfanos (siempre me pregunto porque esa calle se llama así) y me encontré con la compañera Myr-iam. Después de una larga conversación quedamos con la misma sensación de extrañeza ante tal conclusión.

(Todavía no cacho a beneficio de quien es el bingo)

La compañera Myr tiene un corte de pelo bkn, uno la mira y es como si viniera de una película en blanco y negro. En el fondo tiene esa cosa de cabrachica a la que le gustan las historias de amor, aunque siempe me trata de cabrochico a mi. En definitiva, esta loca, dispersa y acostumbra a acomodar las cosas en posiciones inestables: revolucionaria en todo aspecto.
A esas alturas de mi caminata comence a desvariar un poco, pasarme rollos, despegarme del suelo, pero finalmente goce, disfrute, y continue mi senda. Compre monedas de chocolate y 100 gr de naranjitas, como el título de esta entrada. Estaban exquisitas, como pudo comprobar Kurt-Otto, quien fue mi tercer encuentro en una caminata marcada por una fuerza centripeta que apuntaba a algo mal llamado destino.

(Reggaeton).

En realidad, y eso me mantuvo pensando todo el resto de la caminata, todo lo que había hecho ese día estaba totalmente conectado de principio a fin (si es que hay fin), una red desordenada, caótica, indescifrable, no como si los sucesos supiesen de antemano el hecho al que tienen que preceder sino que las cosas sucedieron de una manera única, perfecta, bajo las leyes termodinámicas que me hacen rayar (si con "Y") la papa. Di la cantidad de pasos indicados, respire con tal profundidad, recibí el sol de tal y tal manera, y así mismo el resto de las personas con las que me encontre y fueron parte de esta espiral entrópica maravillosa. Claro surgen las dudas típicas, que chucha es la vida?, estamos determinados?, Dios es un weon tan, pero tan aburrido?, Soy truman, de the truman show? Por qué así y no de otra manera (en esta apaña caleta la termodinámica, ay adorable entropía)?

Esa última me mantuvo todo el día ocupado, hasta que alguien me dijo que los ojos, es decir, los globulos oculares, no crecían. Despues intente dibujar, pero me miraban mucho, me distraían mucho. Luego llegó la noche, la azotea en el piso 25 y el re-enamoramiento de mi santiagoquerido.

Cuando me fui me di cuenta de que soy un fácil, simple y tonto

Vigilantes

Un viento fresco y vigorizante recorría la ciudad. Como todas las noches aparecio en la esquina de siempre, a una velocidad ridiculamente lenta en su bicicleta. Es uno de esos clasicos personajes pintorescos que pululan por Santiago. De esos locos buena onda que nos sacan una sonrisa y quiebran un poco los esquemas. Esta aqui desde que tengo memoria. Con una capa morada y la bicicleta pintada de un chillon naranjo, recorre el barrio anunciando que librara las calles de los malvados e indignos. De vez en cuando reta a los cabros que toman cerveza en la plaza o le grita a las personas que pasan a llevar a abuelitos en los cruces o en las subidas de las micros.

Esa noche fue la ultima que lo vi. Le pregunte a la señora de las sopaipillas si sabia algo de el. Se lo habian llevado los pacos. Desorden en la via publica.

Tu actitud

Mi actitud es de lo peor
la verdad
no puedo parar de hablar de mi
de referenciarme, de apuntarme,
de ser el centro de un universo
al que tu ni siquiera te asomas

es la verdad
tu no puedes parar de hablar de ti
para no hablar de mi
o simplemente para no hablarme
la verdad
ahora es la moda no escucharse
es el principio básico de desarrollo
de las relaciones interpersonales
basadas en el individualismo capitalista
etc etc palabras largas y pomposas

la verdad
la verdad no me importa
la verdad
te agarraría y te lanzaría al abismo
que puedo llegar a ser
es que
tu actitud no es de las mejores

no puedo parar de hablar de mi

Elipses

Estoy completo
Estoy en tercios
Estoy en quintos
Estoy en octavos
Estoy en novenos
Estoy en decimos
Estoy en undecimos

El vaso esta vacio
El vaso esta vacio
El vaso esta vacio
Y estoy en billonesimos
Y ahora no soy nada

Evaluación de Proyectos

El sujeto “C” va atrasado a clases, se baja de la micro, corre hacia el CEC. Acelerado, entra a la sala, localiza un puesto. Se sienta, busca su cuaderno, su lápiz, deja su mochila en el suelo, calma su agitación. Para cuando el sujeto “C” levanta la cabeza nota como todos sus compañeros duermen, roncan, balbucean un idioma desconocido, mueven el pie imparablemente. Observa al profesor que repite compulsivamente, desfigurando su rostro, una palabra que no logra distinguir, mientras pasa las diapositivas de la clase con furia, como si fuesen infinitas. “C” no entiende nada. Intenta, en vano, despertar a sus compañeros. Levanta la mano, aletea. Grita. El sujeto “C” decide salir de la sala. Sigilosamente y con el máximo respeto que su confusión le permite mostrar, se encamina hacia la puerta. En el momento en que toma la manilla, el sujeto “C” es sorprendido por un manotazo del profesor sobre la pizarra. Otro manotazo. Una secuencia de manotazos al compás de aquella palabra que “C” es incapaz de descifrar. El sujeto “C” corre hacia el patio de la facultad. Sale del edificio, los semáforos no funcionan, nubes de palomas oscurecen el cielo a ratos. Cruza Beauchef: no hay autos. Atraviesa la entrada principal, salta las escaleras, siente la mirada de “La mona”, como si le quisiera decir algo. “C” ve como los guardias, encerrados en su caseta, pegan sus miradas a los televisores cayendo en risas que le parecen demoníacas. El sujeto “C” llega a la terraza sobria, se detiene para recuperar el aliento y mira el patio: papeles, guías, cuadernos, calculadoras, mochilas, cigarros, envases de plumavit para los almuerzos, botellas de plástico, una pelota, botellas de vidrio colapsando la otra terraza. “C” observa los árboles, escucha perros a la distancia. El sujeto “C” cree comprenderlo. Toma un encendedor que encuentra en el suelo, camina hasta el centro de la cancha de futbol, comienza a quemar su mochila y ropa. Un piano cae desde el octavo piso de la torre central.

Año 1

Nunca pense en lo importante que se podría tornar este lugar, nunca pense en que no solo serviría para juntar mierda y hacer algo shuper loco, sino que para entender a Kurt Otto, para entenderme a mi mismo (a Pablote no, porque es un chanta) para combatir la universidad y toda la otra mierda (palabra clave en este blog) que nos invade por todas partes, para compartir con otros, para gritar, para sentir que no estamos solos en esta cosa cuatica que llaman vida.

Estaba leyendo las cosas de hace un año, y hemos cambiado harto, todos, hasta nuestros lectores, hace un año estabamos apestados, derrotados un poco, y ahora claramente estamos pensando en como salvarnos, en extender nuestros nervios por todas partes y no dejarnos llevar por la corriente de mierda. Tanto ha cambiado, si señoras y señores, ahora hasta soy capaz de escribir cosas medianamente bonitas y también puedo tirarme al pasto a ver como el polen cae como si fuera nieve. De alguna manera hemos aprendido a respirar, o a usar esto como una máscara antigases.

Me siento feliz, siento que cada vez lo logramos más, que tan solo nos falta dejar la embarrada en alguna parte, derramarnos, hacer explotar algunas monjas, quemar un basurero, o pintar la facultad de naranjo fosforescente. Algo tenemos que hacer, algo cuatico y teledirigido a las neuronas de todos estos imbeciles de poto cuadrado que caminan mirando el suelo o en los tontos solemnes, o esa especie de seres humanos fanaticos de la produccion por la produccion, produccion que nos lleva de cabeza al abismo. Pero como ven, el asunto es ese, deconstruir sus espacios, provocar vomitos y paralisis mentales. Cualquier idea es bien recibida.

Un abrazo a todas y todos