miércoles, 28 de abril de 2010

Mahagony

Y como venía diciendo, todo lo hacen en nombre de la libertad, si pues, libertad de mercado, libertad de mercado para los que pueden, porque el que no, fregó no más, a la primera a la guillotina del crédito bancario, la condena más común por estos días.

Pero la cosa no anda mal, yo siempre exageró. O no? Aún podemos aletear un poco, alzar la cabeza, respirar, conseguir alcohol barato, bailar, follar y ver masacres televisadas. Todo no esta tan mal, podría estar peor. O no dicen ustedes? Puede que no, hoy la vida nos ofrece muchas oportunidades a 3 cuotas sin interés. (El club de la comedia esta más fome que yo).

Bueno, el asunto es ese, Brecht parece ser brutal, pero es necesario el alemán para leerlo, aparte de que es muuuuuuuuuuyyy marxista. Yo no soy comunista, yo es nadie. El anarquismo me desencantó, muy egoísmo, mucha victimización y que decir de la organización, lograr que 3 anarquistas se pongan de acuerdo es más difícil que la chachu.

Pero volvamos al asunto de la libertad. Medio negocio, la embarraron, los tipos lograron que a todos quisieramos vivir encerrados. Encerrados en que se preguntaran ustedes, pues yo les dijo que en nosotros mismos (yo les dijo sonó casi como un cura, un amo y señor de la verdad). Si el asunto de la libertad es complicado, uno es libre mientras el mercado lo permita pos, si no produces, si no puedes pagar, cagaste te mando saludos, marginado no más. Lo cual no es malo, pensando en la mierda de sociedad de la que somos parte, pero que aún así causa frustración, causa muertes
causa hambre, frío y sed
causa locura
causa robos y violaciones
causa cárceles en las afueras de las ciudades
causa segregación
causa discriminación
pero la bolita sigue que sigue y ahí estamos, al pie del cañon produciendo. Produciendo para que chucha?? A mi modo de ver producir por producir, porque las falencias siguen y se acentúan entre nosotros mismos. (Igual el ratoncito salva, los otros superfomes).

Un loco en la tele dijo que tenía que deleitar al público. Solo me provoca nauseas, mareos. Escucho aplausos. Todo me parece terrible. Ay, la neurosis, la neurosis que me pone viejo...

Lo que me recuerda: neurosis otra cadena a la libertad. Si la libertad es un cacho, la plata, los acuerdos y treguas, la sangre (derramada), el color de la sangre, los santos en la corte y las mujeres en cuestión.

Qué veo en la tele??
Por qué??
Argh, me voy a dormir mejor

sábado, 10 de abril de 2010

Aventuras Sabatianas (en Santiago, un viernes)

Viernes 9 de Abril del 2010. Despues de una semana de rabietas y decepciones, mi grupo de gestion de operaciones (pedazo de grupo, ah?) finalmente consigue una empresa para realizar el trabajo semestral (a ultima hora, como era de esperar). Asi que con Maripa y la Gaby emprendemos nuestro viaje de regreso de la empresa Alfa Chilena. Tomamos la micro en Pedro Aguirre Cerda en direccion a la Alameda, y Maripa se baja en Avenida Matta porque iba de vuelta a la U. En la Alameda tomamos la 403 con la Gaby rumbo a La Reina, y luego de sentarnos en esos asientos que miran para atras, en el lado sur de la micro, la Gaby anuncia que va a dormir porque, cuentate una nueva, tenia sueño.

Por esas casualidades de la vida, habia esa misma mañana metido "Sobre Heroes y Tumbas", de Sabato en mi mochila (aunque como Sabato repite en sus novelas, sutil pero reiteradamente, no existen las casualidades, y este viaje en micro me hace sospechar que tiene razon). Para no aburrirme como ostra me pongo a leerlo, cosa que en general repudio (el leer en una micro, no la lectura en si). "Sobre Heroes y Tumbas" lo habia comenzado un poquito antes de entrar a clases y lo habia medio abandonado, no se porque.

Empiezo a leer el capitulo cinco, en el que un personaje (Bruno), considera largamente sobre la gente desdichada. Cita ejemplos como los discapacitados, y en un ejercicio bastante interesante les resta valor por el hecho de que su cruz es visible para el resto del mundo y entonces su desdicha es compartida y por ende, alivianada. Se refiere tambien a la gente que voluntariamente comparte su dolor: adictos, cesantes y otros, que se suben a la locomocion colectiva a compartir sus historias y a pedir cooperacion.

Luego de que la micro dobla en Vicuña Mackena se sube un ex-adicto y cesante que ofrece lapices a 100 pesos, para poder ayudar a su centro de rehabilitacion. Le compro un lapiz, porque se me habia perdido mi lapiz azul hace unos dias. El proceso me saca de la lecura, y al levantar la cabeza veo a un viejito parado al frente mio. Al parecer llevaba un rato ahi, y al estar leyendo no me habia fijado. Un poco avergonzado me levanto y le cedo el asiento. El viejito me da las gracias y el caballero se sienta al lado de la Gaby que esta cabezeando de lo lindo.

Me quedo parado al lado del acordeon de la micro oruga y retomo la lectura. Bruno piensa ahora en los ancianos solitarios. Luego hace mencion de gente joven en situaciones similares a los ancianos, y de como esa gente inspira una mayor desazon. Levanto la cabeza y hay una mujer de unos 30 y tantos años sentada en la zona de atras. Tiene cara de pena. Luego miro al viejito. Bruno tiene razon.

A estas alturas ya vamos en Irarrazaval, y no se en que momento, pero se habia subido un loco piante, pero piante piante, de unos 40-45 años, sentado a sus anchas en uno de esos espacios muertos que hay entre los primeros asientos y esas cajas gigantes que hay detras del conductor en las micros de la linea 4 (siempre me he preguntado que hay en esas cajas. Esclavos hechando carbon a una caldera? Salvavidas en caso de que la micro se caiga a algun rio?). Piantin le pide agua a un oficinista random que, quizas demasiado rapido (demostrando su miedo y asco hacia Piantin), le da la botella, la cual Piantin vacia de un zuacate. Acto seguido se pone a cantar "One way or another" de Blondie a todo pulmon y terrible de mal. No puedo reprimir una sonrisa. Como estoy cansado me siento en uno de los asientos que miran hacia atras tambien, pero en el lado norte de la micro.

A estas alturas ya voy como en el capitulo 7, y ya Martin, el protagonista, se reencuentra con Alejandra, la protagonista, en teoria por mera casualidad, pero como ya mencione no existen las casualidades en las tierras de Sabato. Alejandra es una mujer misteriosa, aquejada por un gran pesar que parece provenir de su extraña y deschavetada familia. Alejandra lleva a Martin a su casa, donde este escucha un clarinete. Alejandra le cuenta que es su tio Bebe que esta medio loco. Si bien nunca describen al tio Bebe, siempre en mi cabeza va a tener los rasgos de Piantin. Tratando de sorprender a Martin y al mismo tiempo dando pruebas de lo extraño de su familia, Alejandra le cuenta la historia de una pariente suya, Escolastica, que a los 12 años se volvio loca luego de que le llevaran la cabeza degollada de su padre. Escolastica se quedo pegada en los 12 años, se llevo a su cuarto la cabeza de su padre y se quedo alli hasta su muerte, a los 80 años. El resto de la familia la alimentaba y limpiaba su cuarto, pero jamas lograron quitarle la cabeza de su padre.

Alejandra decribe a Escolastica como una loca mansa, de esas que no hacen daño a nadie ni a ellas mismas. En ese momento, la vieja que estaba sentada al lado mio (tipica vieja gorda gritona default del Transantiago), pide que ayuden a una viejita que tenia dificultades en subirse a esos asientos altos de la micro (la vieja gorda ni se movio de su asiento, obvio). La otra viejita tenia una cara tierna y de abuelita, pero su pelo despeinado, su vestimenta y su mutismo le daban una aspecto de perdida. Con un niño gordo ayudamos a la viejita a subirse y sin decir una palabra me quedo mirando con una mirada cuatica, penetrante y escalofriante, pero de cierto modo, reconfortante. Escolastica.

Vuelvo a quedarme parado, y llegando a Plaza Egaña, veo que la Gaby bosteza y abre los ojos y sigue tratando de dormir. Poquitas cuadras mas alla, Escolastica deja bajar a la señora que tenia a su lado y al girarse me vuelve a mirar. La vuelvo a ayudar a sentarse bien. La Gaby se despide y se baja.

Poquitas cuadras mas alla me bajo yo. Camino por Carlos Ossandon hacia mi casa, medio espirituado. Sabato es un especialista en crear personajes terrorificos (aquellos que, como describe en su tercera novela "Abaddon el Exterminador", son demonios pues viven en un infierno personal y eligen o enfocar sus esfuerzos en llevar a otras personas al borde del infierno, o narrar sus experiencias al resto del mundo para prepararlos), y en general no se resiste en entregarles rasgos fisicos que exteriorizen su infierno propio... Sentia que al haber abierto el libro los habia dejado salir a todos.

Unos de los personajes demoniacos fetiches de Sabato son los ciegos ("Sobre Heroes y Tumbas" trata mucho de los ciegos), pues viven en las tinieblas. Casualmente, unas paginas antes de la historia de Escolastica, Martin comenta algo sobre un ciego y Alejandra le pide por favor que no hable de ellos.

La guinda de la torta me la encontre llegando a Jose Zapiola. Un caballero ciego caminaba frente a mi... Debo ser la unica persona en la historia que ha cruzado la calle por encontrarse con un ciego.

miércoles, 7 de abril de 2010

Estas cosas que no podemos des-aprender...

Son las que nos rigen, nos penan, nos estorban. Quizás nunca las debimos haber aprendido.

Llenamos nuestra cabeza de información, ya sea porque buscamos una suerte de estatus de superioridad (imbecilidad intrínseca del proceso de crecer, madurar), o por debilidad e incapacidad de resistir el flujo que bombea esta era ridícula (era de la información le llaman, figurense).

Nicanor Parra ya lo dijo hace tiempo (viejo seco, le achuntó a todo): "Quema este libro". Lo único que les pido, entonces, es que no entren mas a este blog (pensaron que les iba a pedir que quemaran sus computadores, ah?? No les da vergüenza salir a la calle siendo tan imbeciles??). Nunca más.

Gracias.